A unos 40 kilómetros de Sevilla, en la localidad de Carmona, se alza desde lo alto de un promontorio, dominando un extenso páramo, un viejo y semiderruido edificio… De tétrico aspecto y amplias dimensiones lleva consigo una demoniaca leyenda… Estamos hablando del llamado “Monasterio del Diablo” o “Monasterio Maldito”, un lugar en el que según dicen, habita el mismísimo Diablo.
El que hoy conocemos como “Monasterio Maldito” o “Monasterio del Diablo”, realmente se llama “Huerta de los Frailes”. Pero en el siglo XVII fue bautizado como “Huerta de San José”. Varios nombres para describir un gran convento en el que el misterio y la leyenda se funden a los ojos del investigador que intenta rellenar su cuaderno de campo junto a aquellos muros.
Fue hacia el año 1620, cuando se fundó en esta vasta extensión de terreno un monasterio de Franciscanos – Dominicos para el internado e iniciación del noviciado. Algo que realmente al investigador no puede dejarle indiferente es el hecho de que en la bibliografía auténtica de la noble ciudad de Carmona no exista ningún documento existente adherible a la historiografía de este convento. Es como si el tiempo hubiese intentado borrar sus huellas para tapar algún momento pavoroso del pasado. Solamente poseemos dos documentos que acrediten la existencia física e histórica del convento. Uno nos habla de una donación, en forma de alimentos, que hizo el ayuntamiento para intentar que los mojes no se muriesen de hambre, el segundo de estos dos documentos lo podemos encontrar en el archivo histórico del ayuntamiento de la ciudad Carmonense, y quizás, pese a ser el más extenso de los dos, sea el más misterioso…
Esto es solo una parte de este
terrorífico documento que nos habla de demonios, de seres extraños y de
terribles asesinatos en el interior del edificio. Otra parte atrayente
de este documento es la que relata el Alguacil Alonso Sans de Heredia,
en su relato nos habla del momento del enterramiento de los monjes
asesinados y explica referente a un hecho insólito y no menos
estremecedor. Cuenta que en el momento del enterramiento, realizado en
los terrenos del sótano, y delante de muchos paisanos de Carmona fueron
testigos de “un sobrenatural fenómeno”. Este consistió en un
oscurecimiento del cielo, y entre dos columnas de fuego, la visión de un
rostro horrible en forma de alimaña. Más tarde, en un fulminante rayo,
descendió una blanca luz y de ésta bajo un ser en forma más humana.
Comenta que todo el mundo salió despavorido.
Otra parte extraña de este mismo relato
es la de un intento de exorcismo por parte del pueblo en el cual cayeron
muchas más víctimas de manos del mismísimo diablo. Después de aquellos
hechos se mandó sembrar con sal el lugar para alejar al demonio y
desposeer de todo mal aquel lugar sagrado.
Allá donde mora el Diablo
por Luis Mariano Fernández, Jordi Fernández y Jose Manuel García Bautista
Fotografia:
M.A. Calahorro para AEP.
Fotografia:
M.A. Calahorro para AEP.
Pronto editaré una nueva entrada sobre el Monasterio, y las experiencias que vivimos en el, tambien completando las fotografias anteriores subiremos las psicofonias obtenidas en este maravilloso lugar, que por otro lado son escalofriantes, pero como ya he dicho, queda pendiente.....
Nuestros sueños son sus pesadillas.
ResponderEliminarVaya pedazo de entrada y la historia mola mucho, enhorabuena. Un saludo.
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